El tacto, el gusto, el olfato, el oído y la vista... Estos seis tapices, tejidos alrededor del año 1500, representan los cinco sentidos sobre un fondo rojo habitado por una abundante naturaleza.
Queda el sexto sentido, comentado por la inscripción «A mon seul désir» (Sólo por deseo mío), que ha inspirado numerosas hipótesis. Sin excluir un significado en el registro del amor cortés, también podría designar el libre albedrío: la mujer, vestida con una rica indumentaria y un bonito tocado, renuncia a los placeres temporales.
Estos tapices «millefleurs» (‘mil flores’, traducido literalmente) se caracterizan por una abundante flora: flores, naranjos, pinos, acebos o robles y están poblados por un pacífico bestiario (monos, perros, conejos y garzas). En esta naturaleza paradisíaca, que invita a la contemplación, el unicornio es ora actor, ora mero espectador. Acompañada por un león, lleva, en todas las escenas, el escudo de armas de la familia Le Viste.
El tapiz de ‘La dama y el unicornio’ fue adquirido en 1882. Hoy en día se considera una de las grandes obras maestras del arte occidental.
N° Inventario: Cl. de 10831 a 10836
Altura: de 311 a 377 cm
Ancho: de 290 a 473 cm
Lugar de producción: París (realización de los cartones que sirvieron de base)
Períodos: 4º cuarto del siglo 15; 1er cuarto del siglo 16
Técnica: tapiz